Una dentadura sana no solo se nota en los dientes, en gran medida también se debe a que las estructuras de soporte estén sanas, es decir, las encías y el hueso en el que se alojan los dientes. La encía es un tejido que recubre el hueso que rodea las raíces de tus dientes, esto quiere decir que actúa como una barrera protectora entre las raíces de tus dientes y tu boca.
Entre la encía y el hueso, hay unos pequeños ligamentos que sujetan la raíz de los dientes al hueso. Este conjunto de estructuras es la razón por la que los dientes mantienen su posición y pueden cumplir todas sus funciones. Este conjunto de estructuras recibe el nombre de periodoncista.
La periodoncia también puede verse afectada de diversas formas, algunos factores que pueden afectarla son el tabaquismo, el uso de palillos dentales, realizar una mala técnica de cepillado, la presencia de cálculos o sarro dental, la mala posición dental, el bruxismo o el rechinar de dientes, entre otros. Cualquiera de estos factores puede causar varios tipos de daños en tu periodoncia, algunos de ellos son reversibles, mientras que otros involucran primero abordar el origen y luego rehabilitar el tejido.